Requiem de Viernes Santo

Elizabeth Patiño Castaño y Oscar Noguera en Concierto. Iglesia San Miguel Arcángel de Paipa (foto Alcaldía de Paipa.)

En nuestra aculturación venida de muchas partes, nos hemos acostumbrado a considerar a los nuestros como géneros musicales menores. En nuestra imaginación, los bundes y las guabinas colombianas no tienen nada que hacer frente a la música erudita fabricada en Europa, y en ese orden de ideas nuestra mente perversa no concibe escuchar a Schubert, Bach, o Mozart en la voz de una folclorista.

El concierto del pasado Viernes Santo en la Iglesia San Miguel Arcángel de Paipa, en el que estuve escuchando a la Soprano Elizabeth Patiño Castaño acompañada del pianista Oscar Noguera, fue muestra de que el proyecto musical de esta artista desafía los constructos sociales convencionales.

Ya en una ocasión anterior había escuchado a la Maestra Patiño elevando nuestro folclor andino a la categoría de música del mundo. También había presenciado la manera como logra hermanar la cultura de dos países combinando canciones tradicionales rusas con cuerdas colombianas, y soy testigo de cómo ella logra todo esto con un cuidado amoroso que estremece corazones.

Lo que no me esperaba es que el pasado viernes, inmediatamente después de que en la iglesia en mención depositaran una representación de los despojos mortales de Jesús en la gruta de su tumba, y cientos de feligreses rezaran "Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y un mar de misericordia se abrió para el mundo entero....,"   la Maestra Patiño Castaño apareciera con un porte solemne y nos invitara a cerrar los ojos, escuchar sus canciones y reflexionar sobre todas aquellas relaciones quebradas que este momento de dolor nos llamaba a resarcir.

Y diciendo esto, comenzó a cantar, y las lágrimas de la reconciliación comenzaron a rodar por nuestras mejillas.

No nos conmueve que el Alcalde no le haya dado a la logística del concierto la importancia que merecía. Esperamos que para la próxima por lo menos haya aprendido lo que es un piano, y que si quiere traer al municipio artistas de talla mundial, les proporcione elementos para que puedan realmente desplegar su talento.

Lo que nos conmueve es que fuimos de nuevo testigos del crecimiento de una artista versátil, entera, y que con cada presentación sorprende. Hace falta mucho trabajo, dedicación y coraje para pararse frente a la tumba de Jesús a cantarle un Requiem.