Banda Sonora

En una emisora radial de nuestro país hay un programa dominguero llamado Banda Sonora en el que invitan a destacadas personalidades nacionales a compartir con los radioyentes sus canciones favoritas y las historias detrás de este favoritismo. Como yo en efecto soy una destacada personalidad de este país a pesar de que nunca me han invitado a la emisora, aquí les comparto cinco de mis melodías favoritas con sus respectivas historias. Comparto   --sin un orden particular-- mis favoritas en español, por aquello de mi campaña personal contra el anglocentrismo.

La Despedida (Shakira) - Cualquier persona que me conozca sabe que Shakira ha sido una de mis favoritas desde que se le ocurrió andar por Barranquilla con los pies descalzos. Admiro su destreza para el baile y la peculiaridad de su voz, aunque, como dice Andrea Echeverry, no siempre me gusta lo que canta. Una parte de mí espera con entusiasmo a la Shakira madura que mengüe sus atributos físicos para que la envergadura de su voz crezca con el potencial que aún no le hemos visto. Cuando Shakira canta canciones como La Despedida, muestra visos de la cantante que aguardo. 



La Pipa de la Paz (Aterciopelados) - Y hablando de Andrea Echeverry, pues claro que es mi favorita. No sólo porque fue capaz de tirar el uniforme del Gimnasio Femenino a la caneca para ser ella a plenitud, sino también por transformar lo que en ese entonces se llamó Rock en Español, no sólo en Colombia sino en toda Latinoamerica. Andrea sigue vigente, no sólo con su música sino con su discurso. Para la muestra La Pipa de la Paz, mi favorita por su letra cósmica y porque es muy fácil de tocar en la guitarra.


Latinoamérica (Calle 13) - Conocí a Calle 13 sin querer en el año 2009, cuando a Rafael Correa en su segunda posesión a la Presidencia del Ecuador, se le ocurrió traer la grupo de reguetón a Quito. Yo, que poco aprecio el reguetón y las chichoneras, pero tengo un lugar muy especial en el corazón para mi amiga Inés --a quien visitaba por esos días en su tierra-- accedí a entrar con ella a codazo limpio al estadio Atahualpa. Entre empujones y coqueteos logramos un lugarcito apretado en la zona VIP del estadio, donde pudimos tener a Residente casi escupiéndonos en la cara. Todavía no me gusta el reguetón, y aunque estoy de acuerdo con muchas de las denuncias sociales que expresa el grupo a través de su música, tengo un nivel bastante bajo de tolerancia a la grosería. Con todo y todo, esos tambores y trompetas retumbaron como sólo los pueden hacer estremecer los grandes músicos, y la canción con la que empezaron el concierto no me pareció ni mal (No hay nadie como tú.) Sin embargo, no fue sino años después, cuando logré escuchar la combinación de denuncia social, genio musical y decencia que realmente me descrestaron, además de que lo hicieron con una canción filmada exactamente en la región del Cuzco peruano donde me encontraba cuando vi el video por primera vez. Latinoamérica, la de Calle 13 y la de verdad, es magistral.


Los Pollos (Lila Downs) - Lila Downs: Otra artista que no me gustaba -- aunque debo decir que más bien no la entendía -- hasta escuchar esta canción en vivo en su más reciente concierto en Bogotá, al que mi esposa y yo invitamos a mi madre el día de su cumpleaños. No solamente los pollos son así tal cual dice la canción (y lo puedo corroborar ahora que soy vecina de los pollos más felices que he conocido,) sino que nunca una mujer se había visto tan bella personificando a un pollo. No hay mucho más que decir: cada vez que escucho esta canción me pongo a imitar a Lila bailando con mi gato. 


Yo Te Esperaba (Alejandra Guzmán) - Esta canción está entre mis nuevas favoritas....desde ayer. Una amiga la pegó en su página de Facebook editando la primera frase para convertirla en una de las más sensuales y tiernas canciones de amor. No sé por qué cuando la oí me dio por ir al youtube a buscar la versión completa y oh sorpresa que me llevé cuando descubrí que en efecto es una canción de amor, pero de una madre a su hija por nacer. Mi hija no tiene 21, como la de Alejandra Guzmán. Si viviera hoy estaría a punto de cumplir 17, pero tal como Alejandra, no se me olvidan las patadas de futbolista que me pegaba adentro. Pocas veces he encontrado una canción que describa tan claramente esa experiencia, quizás porque hace falta tener la garra de la Guzmán para lograrlo. Aún en la versión editada de mi amiga en el Face la canción me cuadra a la perfección. Por eso clasifica.





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