Ingredientes Esenciales para un Retiro Espiritual


                                            Foyer de Charité, Paipa, Boyacá, Colombia


Hay muchas maneras y formatos para realizar un retiro espiritual. Aquí comparto mi receta, que es sólo una en el inmenso libro de la cocina universal:

  • Estar en un ambiente de comunidad que ora. Esto es lo que hace diferencia entre estar en un lugar dedicado a retiros espirituales y pasar unas vacaciones en solitario en un hotel.

  • Estar en un espacio donde haya lugares específicos dedicados a la oración (oratorio, altar, piedra, etc...)
  • Si la comunidad tiene rutinas diarias de oración, participar de ellas. Esto enriquece nuestra experiencia.
  • Habitación individual, idealmente también con baño privado, donde no haya que negociar rutinas de convivencia durante la estadía.
  • Establecer un ritmo diario sin estar ceñido al reloj: Levantarse a la misma hora, comer a la misma hora, orar a la misma hora, dormir a la misma hora. Despertarse e ir a la cama temprano.
  • Comer sin prisa tres veces al día, comida sana y abundante. Cero alcohol, drogas o bebidas carbonatadas, o comida chatarra.
  • Silencio.
  • Naturaleza y maneras de disfrutarla (senderos para caminar, caminos para montar bicicleta, etc..)
  • Ejercicio físico y ejercicio espiritual. Hacer ejercicio físico todos los días. Practicar por lo menos una disciplina espiritual diaria (ej. Lectio Divina, escribir en un diario, transcribir texto sagrado, etc..) 
  • Balance entre momentos de oración individual y oración comunitaria.
  • Hacer un balance y registro de experiencias y epifanías al final de cada día.
  • Desconectarse completamente del mundo exterior: no celulares, no computador, sólo música producida en vivo y en directo, etc.
  • Traer consigo ayudas favoritas: Tapete de yoga, materiales de arte, cuaderno y lápiz, bicicleta, instrumento musical,  textos sagrados favoritos etc...
  • Para aquietar el espíritu en este mundo de sobre estimulación, planear estar en retiro no menos de cinco días.
  • Llegar con un dolor, recibir el alivio, y tomarse la medicina. Esto es: llegar consciente de que si uno está en retiro es porque hay algo que trabajar, escuchar ese algo y discernir lo que hay que hacer (o dejar de hacer) para aliviarlo, y, finalmente, tomar decisiones y salir del retiro comprometido a cumplirlas.


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