Teología Feminista y Derechos Sexuales y Reproductivos

Acabo de regresar de un evento con este tema al que me convocaron las amigas de Católicas por el Derecho a Decidir, invitándome a dar una pequeña presentación desde mi experiencia y mi trabajo.

Yo decidí compartir como mujer lesbiana y desde los fundamentos básicos del Cuáquerismo, y esto fue lo que dije:

Los Cuáqueros, o Sociedad Religiosa de Los Amigos, somos una de las tres Iglesias Históricas de Paz, junto con los Menonitas y la Iglesia de la Hermandad. Como muchas otras denominaciones religiosas, tenemos muchas vertientes, desde las más liberales y progresisitas, hasta las más conservadoras.

 Existen debates internos sobre muchas de nuestras  prácticas y creencias, pero históricamente todas las vertientes hemos estado de acuerdo siempre en dos fundamentos específicos:

• Exite eso de Dios en cada persona.
• Todo lo que sabemos sobre Dios, lo sabemos por experiencia.

La Bíblia, para aquellos de nosotros que la tomamos como Libro Sagrado, informa nuestra experiencia, pero no la determina. En Palabras de Jorge Fox, fundador del Cuaquerismo: "Esto es lo que la Biblia dice, pero ¿Qué es lo que tú dices?"

Así pues, siguiendo los fundamentos del Cuaquerismo, y  basada en mi vivencia, yo no asimilo mis creencias, sino que construyo mis creencias basada en mis experiencias.

Esta construcción se sintetiza dentro del Cuaquerismo en lo que llamamos Testimonios, que históricamente son: Paz, Igualdad, Verdad, Comunidad, y Simplicidad.

Desde el punto de vista de mis derechos sexuales y reproductivos, la siguiente es una reseña de cómo vivo mi compromiso con estos Testimonios:

Paz: No puedo ser agente de paz en el exterior, si no tengo paz en el interior. Viviéndo mi vida con integridad adquiero esa paz interior que me permite ser gestora de paz en mi comunidad.

Igualdad: Todas las personas son iguales, porque Exite eso de Dios en cada persona, incluyendome a mí, como mujer lesbiana. Así pues, cuando no soy tratada como igual, eso de Dios en mí me empodera a exigir igualdad.

Verdad: No sólo doy cuenta de mi testimonio de verdad diciéndo la verdad, sino por encima de todo haciendo la verdad. Cuando vivo mi lesbianismo en el closet vivo una mentira, y por lo tanto falto a mi compromiso con este testimonio. La teóloga estadounidense Melanie May dice que vivir en el closet es "cometer el pecado de omisión."

Comunidad: Mi comunidad no es la comunidad LGBTI, sino la comunidad de todas las personas en el mundo. Mi compromiso aquí es el de interactuar y navegar abiertamente con y en toda mi comunidad, sin caer en tendencias segregacionistas que me limitan a vivir en los guetos que la sociedad heterosexista me ha asignado.

Simplicidad:  Vivir una doble vida, en aras de mantener los privilegios de la sociedad heterosexista, es complicado tanto práctica como espiritualmente. Vivir como lesbiana abiertamente es simplificar mi vida, y por lo tanto cumplir mi compromiso con este Testimonio.

Cuando vivo según estos Testimonios, que como se imaginarán me ofrecen desafíos a diario, ayudo a transformar mentalidades y comportamientos: ayudo a deshacer la opresión ejercida por el sistema heterosexista en mí y en otras personas. Así, dar Fe de los Testimonios Cuáqueros me permite contribuír al proceso liberador del mundo, no a travez de mi discurso, sino a través de mi ejemplo. Le doy vida a las palabras de Jorge Fox, que dicen:

Se pauta, se ejemplo, en todos los países, lugares, islas, naciones, de donde vengas; que tus carruaje y tus vida puedan predicar entre y hacia todo tipo de personas; entonces podrás caminar alegremente sobre la tierra, respondiendo a eso de Dios en cada persona; mediante lo cual en esas personas tú serás una bendición, y harás que el testimonio de Dios en ellas te bendiga.