De Semana Santa Líbranos Señor
En Semana Santa se desocupa Bogotá y Paipa pierde su serenidad para convertirse en un centro de euforia caótica. Para la economía local esto es bueno: la mayoría de las personas de este municipio viven del turismo y generalmente generan en esta Semana lo que a veces no generan en meses. Restaurantes, hoteles, alquileres de caballos y bicicletas, centros de Spa, confiterías, y piscinas termales reciben en estos días el triple de la clientela habitual, no sin antes pagar el precio de sacrificar el ritmo tranquilo y alegre de la vida que caracteriza a esta comunidad local. Ayer por ejemplo, mi esposa fue a mercar y el supermercado parecía recién saqueado por una avalancha de gente hambrienta. Los anaqueles estaban vacíos y sin surtido, y aún así, el recinto estaba repleto de gente con colas insuperables para pagar en las cajas registradoras. Para nuestros perros la Semana Santa se convierte en un frenesí de alertas y ladridos, producto de la presencia de visitantes que vienen a...