Lost in Translation

La semana pasada comencé un curso en línea de Traducción Literaria, con la esperanza de sincretizar mi formación literaria y teológica, mi bagaje en paz y justicia y mi habilidad con los idiomas. Animada por un susurro de mi pequeña voz interior, he comenzado a afinar mis dones para explorar un ministerio en esta área. Mi primer proyecto asignado fueron un par de poemas, uno de Lord Byron y otro de John Donne, de aquellos que usan la forma arcaica Thee/Thou y un vocabulario que ni los mismos angloparlantes han usado en su vida. En mi primer intento de traducción me sentí como Google Translate: copiando y pegando palabras sin sentido, destruyendo sin piedad el arte de ambos poetas. Entendí que los poemas se referían a espectros, pero por qué o para qué no tenía ni idea. En mi segunda lectura aprendí que mis diccionarios de papel, el de inglés- español- inglés, el de Merriam Webster de la lengua Inglesa, y el de sinónimos y antónimos, que llevaban años chupando polvo en mi gaveta...